Soy de esas personas que piensan que un solo acto puede
cambiar irremediablemente el curso de las cosas.
Un solo acto, por mínimo que sea, puede cambiar el curso de
todo; o al menos esto creo yo.
Ponerte unos zapatos u otros, elegir ir andando o en autobús,
decidir si declararte o no… todo puede cambiar la sucesión acontecimientos que
sucederán tu vida. Sí, libre albedrío. No tenemos un destino. Todo depende de
nosotros.
Obviamente no elegimos tener cáncer, sufrir un infarto… son
hechos, acontecimientos que suceden en nuestra vida. De nosotros dependerá que
hacer. No debemos aceptar las cosas tal y como son con sumisión, debemos
luchar.
Esto no quita que no haya cosas “escritas”. Puede que esté
escrito que encuentres el amor al tropezar con alguien en la misma calle. Pero,
¿quién ha decidido ir en esa dirección? Es como una estaca de doble filo.
Y así es como somos dueñ@s de nuestros destinos. Puedes
quedarte en tu sofá llorando porque esa persona te ha “destrozado” el corazón,
o puedes aceptarlo y seguir con tu vida.
No sabemos lo que nos depará el futuro, así que vive el
presente. No hay que amargarse buscando lo que no tenemos, las cosas salen por
si solas, aunque a veces cueste creerlo. Si algo no sale como esperas, por algo
será. Disfruta la vida porque no sabes lo que puede pasarte, tanto para bien
como para mal.
Si un solo acto, por mínimo que sea, puede cambiar cualquier cosa, antes de publicar algo en tu blog deberías revisarlo un poco, corregir expresiones y añadir algunas comas.
ResponderEliminarPor cierto, las estacas no tienen doble filo. Es más, no tienen ningún filo. Espadas en todo caso.
Esme.